estudia el funcionamiento del corazón y de la circulación de la sangre desde el punto de vista de las leyes físicas que rigen el movimiento de los fluidos por el interior de un tubo.
En este apartado veremos los aspectos relacionados con:
• El gasto cardíaco.
• La presión sanguínea
• El intercambio a nivel capilar.
Estos tres factores están íntimamente relacionados y todos ellos determinan la cantidad de sangre (perfusión tisular) que llega a los tejidos y, por tanto, la cantidad de las diversas sustancias que llegan a las células
El gasto cardíaco
se define como el volumen de sangre, en litros, que expulsa el corazón en un minuto (L/min).
El gasto cardíaco depende, básicamente, de dos factores relacionados entre sí: • La cantidad de sangre que entra en los ventrículos (volumen de llenado), que depende del retorno venoso (cantidad de sangre que entra en las aurículas y determina la fuerza de contracción); está regulada por una ley física según la cual a mayor dilatación ventricular (y, por tanto, mayor distensión miocárdica) mayor fuerza de contracción. Esto significa que cuanto más se llenan los ventrículos, más se «estira» el miocardio y eso provoca una mayor fuerza de contracción (ley de Frank-Starling). Por tanto, la contracción cardíaca se adapta a las necesidades de sangre del cuerpo. • La frecuencia cardíaca, que varía a lo largo del día y oscila, en situación normal, entre 60 y 100 latidos por minuto. En condiciones normales, el gasto cardíaco medio de un varón de 70 kg de peso es de 5-6 L/min (las mujeres tienen un gasto cardíaco entre un 10 % y un 20 % menor que los hombres). De todas formas, los valores de gasto cardíaco no son constantes, ya que sufren muchas modificaciones a lo largo del día, dependiendo, sobre todo, de la actividad fisica realizada
La presión sanguínea
La presión sanguínea se define como la presión que ejerce la sangre sobre las paredes de los vasos sanguíneos
Esta presión es distinta en las arterias y en las venas (presión arterial-presión venosa), e incluso varía entre la sístole (presión más elevada al entrar sangre en las arterias) y la diástole (presión más baja al «liberarse» de sangre las arterias). Por ello, cuando medimos la presión sanguínea (la que se mide es la presión arterial), tenemos que medir la sistólica y la diastólica. Ambos valores de presión se igualan a nivel de los capilares y se mantienen igualados a nivel venoso, donde caen a valores muy bajos. Entre los factores de los que depende la presión sanguínea destacan:
• Gasto cardíaco.
• Resistencias periféricas.
Son el conjunto de factores que se oponen a la circulación de la sangre, como el diámetro del vaso sanguíneo o el rozamiento de la sangre contra las paredes del vaso.
Intercambio capilar
El intercambio de sustancias entre las células y la sangre se hace a nivel capilar debido a las diferencias de concentración o de presión. Dado que esas diferencias varían a medida que avanza la sangre por el capilar, también varían los movimientos de las sustancias a través de su endotelio. Además, la sangre tiene una alta concentración de albúmina, proteína de gran importancia porque de ella depende, en parte, la presión de la sangre. Debido a su pequeño tamaño atraviesa las paredes de los capilares con facilidad, arrastrando agua con ella, con lo que disminuye la presión sanguínea. El sistema linfático se encarga de recuperar la albúmina y devolverla al torrente sanguíneo.
la hemodinamica es la encargada del estudio del corazón y el flujo sanguíneo apartir de la biología y las leyes de la física de manera integrada
ResponderEliminarla hemodinamica permite el estudio del corazon y el flujo sanguineo desde las leyes fisicas
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