La aterosclerosis
Es el término médico usado para describir el endurecimiento de las arterias. Es una condición que se desarrolla en muchas personas.
La aterosclerosis se produce cuando la placa comienza a acumularse en las paredes arteriales del cuerpo. Es una enfermedad progresiva que a menudo no se diagnostica hasta que afecta a la salud del cuerpo.
Causas
Aunque la investigación médica no ha demostrado de manera concluyente lo que causa la aterosclerosis, ciertos factores son conocidos por representar un mayor riesgo de desarrollar la condición.
- Genética. Los antecedentes familiares pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad.
- Edad. La mayoría de las arterias comienzan a acumular placa a medida que las personas envejecen.
- Diabetes
- Tabaquismo
- Hipertensión arterial
- Obesidad
Diagnostico
La aterosclerosis típicamente no se diagnostica hasta que se presentan otros signos y síntomas como resultado de una arteria gravemente bloqueada o estrechada.
El dolor en el pecho, un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular pueden ser el resultado de la aterosclerosis, aunque la condición no se haya detectado previamente.
Para las personas que tienen un alto riesgo de desarrollar la condición o las personas que tienen síntomas relacionados, las pruebas de diagnóstico se pueden realizar para determinar si la aterosclerosis está presente. Las herramientas de diagnóstico que pueden ayudar a los médicos a descubrir la aterosclerosis son, entre otras:
- Resonancia magnética
- Tomografía computarizada
- Pruebas de esfuerzo
- Arteriografía
- Análisis de sangre
Hable con su médico si usted tiene antecedentes familiares de enfermedades del corazón, presión arterial alta, colesterol alto, o de otros factores de riesgo, o si los síntomas están presentes.
Tratamiento farmacológico de la arteriosclerosis
En realidad, a día de hoy no existe ningún tratamiento médico que haya demostrado su efectividad para curar la arteriosclerosis. Los fármacos que el médico suele recetar a estos pacientes suelen ir encaminados al tratamiento de alteraciones específicas, como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la diabetes…
Si el paciente presenta manifestaciones clínicas a nivel de la circulación de las piernas se puede utilizar ácido acetilsalicílico, que previene la agregación de las plaquetas en la placa de ateroma. Otros similares pueden ser el clopidogrel, prasugrel o ticagrelor. En algunos casos de enfermedad avanzada e isquemia establecida se puede recurrir a los anticoagulantes como el sintrom. Si no se produce ninguna mejora con las modificaciones en el estilo de vida, se pueden prescribir fármacos como la pentoxifilina, que ayudan a mejorar la circulación sanguínea.
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